?>

Ventas Proactivas Controladas

Las empresas de cualquier tamaño tienen multitud de problemas y áreas de desarrollo, pero sin duda el más recurrente especialmente en la pequeña y mediana empresa es el de cómo incrementar las ventas y el desempeño del equipo de ventas.

El desempeño del equipo de ventas y el lograr un incremento en las ventas depende de tener un esfuerzo constante para manejar y estructurar el trabajo de ventas en la empresa y la manera en la que los vendedores organizan su trabajo semanal alrededor de las oportunidades.

Desafortunadamente la mayoría de los vendedores trabajan de manera reactiva; es decir persiguen las oportunidades reaccionando a las diferentes situaciones que se les presentan como: qué prospecto es el que presiona más por su cotización o propuesta, o el Gerente Comercial o General recordándoles que atiendan a algún cliente importante.

Para que el trabajo de ventas sea más eficiente debe volverse proactivo, es decir la atención a las oportunidades debe ser parte de un plan y basado en un análisis de la información que le de al vendedor un orden de prioridades de cómo organizar su trabajo de ventas.

Para analizar información hay que tener información, muchas empresas no registran datos importantes de su trabajo de ventas que les permitan después analizar la historia y determinar índices, tendencias y necesidades de su trabajo de ventas.

Para lograr lo anterior el primer paso es diseñar un repositorio de datos en el que se vaya día a día registrando información importante de cada venta. Algunas empresas han adquirido e instalado una herramienta de software conocida como CRM o Customer Relationship Management que permite manejar esta información, pero en su forma más simple una buena hoja de MS Excel es suficiente para registrar estos datos.
Hay 4 índices principales de ventas que queremos calcular y monitorear para establecer un sistema de Ventas Proactivas Controladas:

  1. Ciclo de Ventas. El tiempo que nos estamos tardando o que nos tardamos desde que empezamos a perseguir una oportunidad hasta que la cerramos. Esto se calcula restando a la fecha de hoy o a la fecha de cierre (si la venta ya se cerró), la fecha en la que empezamos a perseguir la oportunidad.
  2. Ticket Promedio. El tamaño en pesos de la venta promedio que realizamos. Esto se calcula sumando los montos de todas las ventas realizadas para cierto periodo y dividiéndolo entre el número de ventas realizadas en ese periodo.
  3. Índice de Conversión. Se refiere al porcentaje de oportunidades o prospectos que se convierten en prospectos calificados, es decir en oportunidades reales de venta que podemos perseguir. Esto se obtiene dividiendo el número de oportunidades calificadas a perseguir entre el número de oportunidades generadas por diferentes medios.
  4. Índice de Cierre. Se refiere al porcentaje de oportunidades que se convierten en ventas reales. Se obtiene dividiendo el número de ventas entre el número de oportunidades calificadas que se persiguieron.

 

Además de la información obvia como el nombre del cliente y el nombre de la oportunidad o proyecto, es importante para lo anterior registrar campos adicionales como la fecha en la que empezamos a perseguir una oportunidad, la fecha de cierre cuando se vendió, el monto exacto de la posible venta o venta cerrada y todas las oportunidades que se generan (para poder calcular después el índice de conversión).

Así que el primer paso a un sistema de ventas proactivas controladas, es establecer un registro de las oportunidades para analizar índices, vigilar la historia y tendencias de ventas y tener esto como base para organizar el trabajo a través de un control de estatus de ventas en base al ciclo de ventas (ambos conceptos que veremos en un artículo futuro). Si aun no tienes un CRM o una hoja electrónica que controle esto empiézala ya; es lo que se conoce como el “Pipeline” de ventas o Control de Oportunidades; y es la piedra angular para organizar y mejorar el desempeño del equipo de ventas. Si en la empresa cuentan con la información llénalo de manera retroactiva para los últimos 6 o 12 meses y con eso puedes empezar a calcular los 4 índices para establecer un plan de trabajo.

 

Febrero 2011 Guillermo Mendoza

 

Coach Ejecutivo, conferencista, escritor, empoderando individuos y organizaciones a transformarse obteniendo los resultados que quieren más rápido y mejor.

Guillermo Mendoza gmendoza@conegte.com

Houston (832)334-3583 México (55)8421-4647

Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

Ánimo, ¿Qué nos da ánimo?

Con frecuencia las situaciones de la vida pueden mermar nuestra confianza, frustrarnos, cansarnos y sentirse como obstáculos difíciles de vencer. Nuestro ánimo decrece, la energía, emoción y pasión que ponemos a una nueva actividad o empresa se afecta y se reemplaza por una preocupación del fracaso, por una sombra que nos desanima mas y que baja nuestro desempeño y nuestro ritmo de actividad, perdemos esa chispa contagiosa que envidiamos en todo el que está emocionado por iniciar algo con la pasión del éxito.

 

El estado de ánimo se describe a diferencia de las emociones que son más fugaces; como un estado más duradero de emoción que puede ser bueno o malo y que se ha ligado también a la relación entre la energía y la tensión, siendo el peor estado de ánimo el de la persona baja de energía y alta en tensión (cansado-tenso) y el mejor el de la de alta energía y poca tensión (energético-calmado).

 

En esta ocasión escribo algunos consejos que nos ayudan a recobrar esa confianza y energía, buscando el estado óptimo de nuestro ánimo, para lo cual tenemos que deshacernos de la tensión recuperando la calma y deshacernos del cansancio recuperando la energía.
Puntos a reflexionar para recuperar la calma:

 

  1. ¡Medita!, el aprender a disminuir el ritmo de tus ideas en la cabeza y asentar tu atención únicamente en tu respiración, relaja tu cuerpo, tu mente y trae paz y calma a tu ser, date el lujo de regalarte al menos 30 minutos diarios para descansar tu mente, ganarás muchísimo más que la media hora que “pierdes”.
  2. Recuerda que no necesitamos tanto para ser felices, solo un lugar donde dormir, comida en nuestra mesa y ropa que ponernos todo lo demás son auto-exigencias que pueden llegar pero no pasa nada si no llegan o llegan más tarde. Lo importante es nuestra decisión de ser felices con lo que tenemos en este instante.
  3. Lo único permanente es el cambio y eso incluye que hasta la peor de las tormentas y el más grande obstáculo pasan, todo cambia y todo termina no te desesperes.
  4. Disfruta las cosas buenas que aun con tus problemas o sin ellos suceden todos los días: el cariño de tus seres queridos, la sonrisa de los niños, las maravillas de la naturaleza y el funcionamiento de la maravilla que es tu cuerpo y que a pesar de todo te permite estar aquí y ahora.
  5. Date cuenta que todas las consecuencias que te preocupan de tu situación pueden o no pasar, el futuro es solo una posibilidad, no es nada concreto, ninguna situación es segura hasta el último momento, así que recupera la calma al saber que el resultado final aun no está definido.

Puntos a reflexionar para recuperar energía:

  1. Las cosas no mejoraran mientras te preocupas, mejor ¡ocúpate! Pre-ocuparse es atender algo antes de que suceda lo cual por definición es imposible, mejor ocúpate y atiende lo que sucede en tu presente para que el futuro sea mejor.
  2. Recuerda que tus habilidades y capacidades adquiridas no dependen de dificultades y obstáculos, ahí están, solo son puestas a prueba y puedes lograr lo que te propongas con ellas.
  3. Si este fuera el último día de tu vida ¿cómo te gustaría vivirlo?, ¿derrotado? O luchando hasta el último momento, “muriendo en la raya”, dale toda tu energía hoy, no te preocupes de la de mañana.
  4. Piensa en la urgencia de llegar al éxito, de resolver el problema, de eliminar el obstáculo para que todo sea mejor; este sentido de urgencia te dará energía para otro empuje.
  5. Todos los resultados son consecuencias de ciertas causas, la ley de causa-efecto siempre empieza por las causas, enfócate en generar las causas apropiadas para un futuro mejor, imagina el resultado final exitoso y sus beneficios para ganar más energía.

Más calma en tu mente, más energía en tus acciones, es lo que da el estado de ánimo positivo para lograr las metas, así que como decía el monje zen japonés Mikao Usui fundador del Reiki: “!Solo por hoy no me preocuparé, solo por hoy no me enojaré, solo por hoy seré agradecido, solo por hoy seré cariñoso, solo por hoy trabajaré duro!”. Un día a la vez, ¡repítelo!, ¡hazlo!.

 

Julio 2010 Guillermo Mendoza

Coach Ejecutivo, conferencista, escritor, empoderando individuos y organizaciones a transformarse obteniendo los resultados que quieren más rápido y mejor.

Guillermo Mendoza gmendoza@conegte.com

Houston (832)334-3583 México (55)8421-4647

Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

Bueno o malo; ¿Para quién?

En un artículo anterior mi hijo me comento que usaba en ocasiones el calificativo de que algo era bueno o algo era malo, y que sería interesante escribir o reflexionar de si las cosas verdaderamente tienen esta cualidad de ser buenas o malas o nosotros se la ponemos.

 

 

Creo que mucho se ha escrito de valores universales, de cosas que innegablemente podríamos calificar de buenas, y que inclusive encontramos que todos los caminos espirituales y religiosos acaban apuntando a ellas de una u otra manera. Cosas como la honestidad, el amor, la paciencia, y muchas otras podríamos calificarlas de  buenas y sus opuestos de malas.

 

También por ahí dicen que la realización total, el superar el ego, la iluminación, la gracia, están más allá del bien y del mal. Que los grandes guías espirituales o maestros han alcanzado estados en los que ya no existe el calificativo de algo como bueno o malo.

Pero la realidad es que algunos seres humanos y en la mayoría de las culturas, tenemos una inercia incontenible a estar calificando constantemente las cosas, es como si fuera una obligación imperdonable el que casi en el mismo instante en que sucede algo o nos enfrentamos con algo tenemos que calificarlo.

“Fumar es malísimo para la salud”, “Que mal que chocamos”, “Correr es muy bueno para nuestro cuerpo”, “Esta comida es malísima”, “Esto es un manjar, está buenísimo”. Y si alguien conocido olvidara hacer su evaluación inmediata somos los primeros en recordárselo: “¿Cómo te fue en la fiesta?, ¿bien o mal?”, “¿Qué tal estuvo ese nuevo restaurante, bueno?”, “¿Cómo te va con el nuevo empleado?, ¿salió bueno o malo?”

Creo que no hay nada de malo o bueno, Ja! Ja! Ja!; en nuestra irrefrenable habito de estar calificando las cosas, pienso que es un habito natural producto de nuestra educación competitiva que siempre esta asignando calificaciones a nuestro desempeño desde niños y que se vuelve algo enraizado en nuestra forma de ser.
Lo que sí creo que no es un hábito que produce felicidad en especial cuando nos lo tomamos muy a pecho, la realidad es que todas las cosas son y pueden ser buenas o malas dependiendo de cómo se miren, nuestra percepción basada en situaciones y momentos particulares es la que nos ayuda a asignar la calificación de algo como bueno o malo. Pero sin duda una causa del sufrimiento es apegarnos con total pasión y seguridad a la calificación que pusimos y a que es permanente.

Esto no funciona por muchas razones; la primera que lo que es bueno hoy, no es necesariamente bueno mañana, cualquiera que haya pasado por un rompimiento amoroso puede confirmar esto. Los valores como la honestidad, el amor o la paciencia pueden ser buenos o malos dependiendo de cómo se usan, en qué momento, con qué personas, en qué circunstancias, con qué intención, todo es relativo.

Lo que es bueno para mí no es necesariamente bueno para otros o viceversa. Fumar puede ser malo para la salud, pero seguramente es bueno para las miles de familias que dependen de esa industria; chocar es malo pero si nuestro manejo fuera perfecto la industria aseguradora y los ajustadores no tendrían trabajos; correr es saludable pero por experiencia les digo que no para todo el cuerpo, las rodillas lo van resintiendo y cualquier ortopedista les puede confirmar que ser corredor equivale a golpear con un martillo nuestras rodillas; la comida de un lugar puede ser malísima pero estoy seguro que para los millones de pobres que no comen bien seria un manjar único.

En fin creo que lo importante es darnos cuenta, ganar conciencia de que bueno y malo son calificaciones completamente relativas, siempre van a variar desde el que la otorgue y sus condiciones particulares de lugar, momento, intención, etc.

Y si ganamos esa conciencia entonces podemos desapegarnos un poco de los calificativos que damos, seguir considerando algunas cosas como buenas o malas pero sin “clavarnos” con que así son; recordar que las cosas siempre cambian y que siempre son relativas. Que un enemigo de hoy puede ser un amigo mañana, que un amigo de hoy no necesariamente lo será siempre, que mi fortuna puede implicar des fortuna para alguien o que mi mala suerte puede haber dado un beneficio a alguien.

Si tomamos este enfoque más desapegado, tal vez a veces no nos vaya bien o mal, simplemente nos vaya y eso sea suficiente, tal vez alguien no sea bueno o malo, simplemente sea, y eso sea suficiente, tal vez nuestros momentos sean buenos o malos pero solo son eso un momento y cada momento nuestra vida cambia y nos trae algo diferente.

Y es precisamente ese entendimiento de la impermanencia de las cosas y de la relatividad de todas ellas, el que contribuye a la felicidad verdadera, a salir de la ignorancia de que algo es siempre bueno o siempre malo y entender que las cosas siempre están cambiando.

Además esto nos da una tremenda flexibilidad para siempre buscarle el lado bueno a las cosas, porque siempre lo tienen (aunque no sea necesariamente para nosotros), y gozar cada momento sea como sea, porque es eso, solo un momento, una situación pasajera, y todo pasa.

Así que mi consejo, como decía un cuñado que tuve es: “no dramatices, la vida está llena de matices”, mejor dale a tu mente las perspectivas necesarias para que esos matices sean de felicidad, amor, compasión, paciencia, generosidad, perseverancia, sabiduría, espiritualidad, moralidad; cosas todas ellas que si se aplican bien, pueden ser buenas.

 

 

Diciembre 2010 Guillermo Mendoza

Coach Ejecutivo, conferencista, escritor, empoderando individuos y organizaciones a transformarse obteniendo los resultados que quieren más rápido y mejor.

Guillermo Mendoza gmendoza@conegte.com

Houston (832)334-3583 México (55)8421-4647

Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

Cerrando Ciclos: El Cambio

¡Se acabo el año! Es la típica expresión que empezamos a escuchar desde noviembre y no se diga en el ultimo mes del año. Elcalendario siempre ha sido una manera importante de medir nuestros ciclos de vida; no solo es responsable de nuestro cumpleaños y aniversarios sino además de múltiples días festivos, estaciones, inicio y fines de cursos, vacaciones veraniegas, etc. En fin marca claramente días, etapas y ciclos. Marca el cambio que es constante inevitable de nuestra vida.

Y sea que hayamos cambiado mucho, poco o nada, el año se acaba y siempre nos marca un cambio de capítulo, “se acabo” tanto lo bueno como lo malo, miramos a Enero con el anhelo de que lo bueno se repita y con la esperanza de que lo malo no. Con las emociones encontradas de gusto, temor, buen ánimo y miedos que cualquier comienzo genera.

Alguna vez tuve la suerte de asistir a un premio de carreras de autos Formula I, era la primera vez que iba y note como la mayoría de la gente a mi alrededor sacaba de su bolsillo o compraba del oportuno vendedor que circulaba entre las gradas unos taponcitos de hule para los oídos y los colocaban cuidadosamente en sus oídos. Me apresure a comprar unos también y comente a algunos vecinos de asiento, “¡es necesario!” y me contestaron “¡no es necesario!, es ¡obligatorio!”. Cuando comenzaron a circular esos bólidos por la pista entendí su comentario, esa protección tenia que ser algo inevitable si querías mantener tus oídos funcionando después de escuchar esos motores.

EL cambio no es necesario, es obligatorio; no es opcional, no sucede a veces si y a veces no, es de hecho lo único que podemos garantizar como constante en nuestra vida. Los grandes ciclos como el cambio de año lo enfatizan, pero sucede todo el tiempo le pongamos o no medidas, tiempos o cambios de semana, mes o año. Entonces ¿por qué nos cuesta tanto trabajo aceptarlo?

Como seres humanos desarrollamos un fuerte apego a las cosas que nos gustan o satisfacen y de una manera totalmente ilusoria imaginamos su permanencia. Pretendemos que todo mundo envejece pero nosotros no, que somos los mismos, que nuestros gustos, posturas filosóficas o religiosas, y muchas otras cosas permanecen sin cambio. Es una herencia educativa que nos transmitieron y transmitimos de generación en generación, el pensar que hay que adoptar posturas, fijar ideas y tener una opinión definida y muchas veces inamovible hacia diferentes aspectos de la vida.

Sin embargo lo anterior no es mas que una fuente de sufrimiento, algo que solo nos hace más resistentes al cambio y menos dispuestos a disfrutarlo, la regla es disfrutamos lo estable y sufrimos el cambio. Tristemente lo único estable es el cambio y eso nos causa muchos problemas.

Propongo una idea totalmente diferente, ¿Qué tal enamorarnos del cambio?, disfrutar cada momento en el que la maravilla del funcionamiento de nuestro cuerpo nos permite vivir y madurar, y de la misma manera en que disfrutamos el crecimiento de un hijo o nieto y el verlo pasar por sus diferentes etapas, disfrutar todo cambio de nuestra vida incluyendo nuestra maduración y envejecimiento.

Después de todo a pesar de vitaminas, complementos, cremas y cirugías, no tenemos ningún control sobre el cambio físico y solo podemos tratar de ocultar lo inevitable, entonces para que preocuparnos por ello.
Mucho mejor sentirnos bien porque algo nos empezó a gustar o nos dejo de gustar, emocionarnos con la idea de cambiar de idea, con la tremenda libertad y descanso que nos da el no tener que cuidar o defender una posición y simplemente aceptar que ya pensamos diferente o que no hay que esforzarse por defender una rigidez innecesaria.
Una gran cantidad de esfuerzo y energía diarios son gastados en defender lo que somos, lo que pensamos, lo que hacemos, cuando la realidad es que todo ello cambia constantemente. Acaso ¿ves las cosas de la misma manera que las veías cuando eras un adolescente?, ¿tienes las mismas opiniones de tus padres?, ¿sigues viendo a tu pareja de la misma manera?, ¿tu cariño hacia amigos se ha mantenido igual?, ¿tus aficiones son las mismas?; claro que no, nada de esto es permanente, bueno nada absolutamente nada es permanente.

Eso ¿es algo malo?, ¿es algo bueno?, digamos que simplemente producto del cambio no es mas que diferente y el que sea malo o bueno no es mas que el resultado de nuestra actitud hacia ese cambio inevitable.

Así que en estas épocas de cierre de ciclos, de notorios momentos de cambio en los que el fin del año y las fiestas nos ayudan a hacer recuentos y planear comienzos; cambiemos la nostalgia de la permanencia o estabilidad de las cosas por la alegría del cambio constante, de la transformación, de la maravilla del movimiento perpetuo de células, ideas, sentimientos, relaciones.

Concentremos mejor nuestros esfuerzos en la transformación, en que el inevitable cambio vaya en la dirección correcta y le de un rumbo positivo a nuestras vidas. Que el cambio no sea solo como una enfermedad que nos ataca, del que queremos salir rápidamente, curarnos y decir “ya paso”; sino que sea una verdadera transformación, que podamos ver en todos los inevitables sucesos de nuestra vida lo positivo. Preguntarnos ¿qué aprovecho de este cambio, de este suceso?, ¿Qué aprendo?, ¿Qué nueva habilidad, conocimiento o relación tengo?, ¿Qué aprendizaje le saco a la vida con esta dificultad?, ¿cómo me transforma en un ser mejor?

Los dejo con mis mejores deseos de que eliminen de su vocabulario la “resistencia al cambio”, a que las cosas ya no son como eran o no son como queremos, que puedan estar felices, y entender la impermanencia de todas las cosas, entender que lo único permanente es el cambio y que las cosas siempre son como deben de ser.

 

Coach Ejecutivo, conferencista, escritor, empoderando individuos y organizaciones a transformarse obteniendo los resultados que quieren más rápido y mejor.

Guillermo Mendoza gmendoza@conegte.com

Houston (832)334-3583 México (55)8421-4647

Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

El Enojo: Enemigo Interno

“Esta persona me hace enojar” es una expresión muy común; la emoción del enojo surge según nosotros cuando algo o alguien nos altera.

Esta alteración de nuestro estado “no enojado” o tranquilo a “enojado” me atrevo a decir que es imperceptible. Por supuesto sabemos cuando nos enojamos, que estamos enojados o enojadísimos, pero cuando eso sucede ya pasamos el punto de transición de tranquilo a enojado. La energía del enojo es tan fuerte que cuando nos sucede no nos damos cuenta, es como un shock del que ganamos conciencia una vez que ya estamos metidos en el enojo y en los casos más graves ni siquiera en ese momento sino hasta después de que ha pasado.

 

Las causas de esa alteración pueden ser múltiples: algo no salió como queríamos, alguien no siguió nuestras instrucciones, hizo o dijo algo que nos disgusta, no cumplió alguna fecha de entrega o promesa, o simplemente fallo en su desempeño.

No vamos a analizar aquí si la persona o suceso causante está mal o no, lo cual puede ser muy subjetivo; pero sí nos vamos a enfocar a la reacción del enojo, analizar sus desventajas y comentar algunos tips que nos permiten modificarla en nuestro beneficio.

 

Al surgir el enojo hay una cadena de eventos: el suceso mismo, nuestra percepción del mismo, lo que pensamos al respecto y finalmente el sentimiento del enojo. Pero estos se suceden tan rápido que solo percibimos algo que esta mal, y luego nuestro sentimiento que puede ir desde  una molestia leve hasta una energía explosiva que nos hace gritar, enrojecernos y hasta agredir físicamente a alguien con ademanes fuertes o de plano con golpes.

 

Como será de fuerte esto y en que grado toma el control de nosotros que no es raro escuchar a alguien referirse a su último ataque de ira con frases como: “no era yo…”, “estaba fuera de mí…”, “me desconozco…” o “salí de mis casillas…”

 

Reflexionemos por un instante en lo que buscamos con el enojo. Una primera pregunta seria, ¿el enojo me hace feliz?, y aunque la respuesta obvia sería que no nos hace felices, tenemos que reflexionarlo porque si seguimos enojándonos algún placer aunque sea temporal obtenemos. El enojo surge a veces de una sensación de miedo y da una sensación de poder, la cual nos permite superar el miedo.

 

Quizás el enojo nos da el placer de poder, de estar en control de las personas, porque el más enojado y gritón en una situación puede sentir que es el que subyuga al otro y por lo tanto es más poderoso; y el poder siempre ha mantenido su atractivo entre nosotros. Pero tenemos que reconocer que el enojo nos da varios estados perturbadores que es imposible coexistan con la felicidad verdadera.

 

En el fondo de la situación, hay una necesidad imperiosa de comunicación, si algo no salió como queríamos es porque no fuimos claros, o alguien ignoró nuestros deseos y expectativas por lo que con el enojo tenemos la ilusión de establecer una comunicación mucho mas contundente. Al final de una buena pelea decimos: “¡le dije sus verdades!”, “¡lo puse en su lugar!”, y otras expresiones que nos confirman que el enojo nos permitió dar un mensaje mas firme.

 

Sin embargo si analizamos que es lo que pasa durante el enojo, irónicamente la comunicación se deteriora, una persona presa del enojo puede alterarse tanto que sus frases y gritos son completamente desarticulados y no logra expresarse bien y para acabar de convertir el suceso en un total fracaso comunicativo, el receptor se espanta, se cierra y básicamente NO esta escuchando, porque su mente esta concentrada en una o varias de las siguientes opciones: pensar sus argumentos para defenderse y contraatacar, pensar como puede arreglar la situación, o simplemente observar el tremendo show que la otra parte esta haciendo, pero en ninguno de estos casos es un buen escucha.

 

Una necesidad de comunicación implica una necesidad de acercamiento. Curiosamente entre mas cercanos somos a la persona que “provocó” el enojo, mas libertad nos damos para gritarle, insultarle y herirle como parte del proceso provocando lo contrario un alejamiento; es un misterio porque podemos maltratar más a los que más amamos y controlar un poco y mantener el respeto con los que no amamos tanto.

 

¿Como podemos detectar un enojo, aminorar sus efectos y trabajar poco a poco en deshacernos de esta emoción que a todas luces no cumple con nuestro propósito?

 

El primer consejo es comprender la secuencia de sucesos que tiene que darse para generar nuestro enojo, el sentimiento de coraje viene de un pensamiento y este a su vez de la percepción que tenemos de un suceso o persona; cuando sintamos que nos empieza a invadir esta emoción, hagamos un habito el reflexionar ¿que estoy pensando que causa esta emoción? y ¿que percibí como negativo para mí que provoco este pensamiento?, ¿Cuál fue el ataque, frustración o decepción?, ¿voy a corregir algo de el con esta furia y todos sus comportamientos relacionados? O me voy a alejar del  objetivo de comunicar más claramente porque las cosas no están bien para mí.

 

Al darnos cuenta del enojo es útil pensar ¿qué quiero comunicar? Para que esto nos ayude a calmarnos o a buscar un mejor momento. Podemos también imaginar que somos una estrella de cine constantemente bajo el lente de una cámara o por trabajo o porque los paparazis no nos dejan en paz y pensar ¿cómo nos sentiremos al ver más tarde un video filmado de nuestro enojo?, en el que por supuesto tendremos las facciones alteradas, la cara roja, estaremos manoteando y nuestros gritos serán verdaderamente intimidantes. ¿Será ese videoclip motivo de orgullo?, ¿nos sentiremos bien al ver esas escenas?, o por el contrario será algo vergonzoso y aterrador en el que confirmaremos la frase “me desconozco, no era yo mismo en ese momento…”

 

Estas frases solo nos confirman que la energía del enojo tiene una potencia tal que toma totalmente el control, nuestro ser esencial queda desplazado y no somos dueños de nosotros mismos, hacemos y decimos cosas que no queremos hacer y decir realmente si fuéramos dueños de la situación.

 

¿Cómo lo resolvemos?, ¿Cómo nos deshacemos de toda esta bola de gente, o de estas situaciones que nos atacan y nos hacen perder el control? Bueno, tomar ese camino seria una tarea infructuosa, nunca terminaríamos de eliminar a aquellas personas o a aquellas situaciones que nos resultan molestas, frustrantes o decepcionantes, por ahí no esta la solución.

Pero si hay una manera de trabajar en atacar el enojo y es primero entender que es un enemigo interno, no externo; el verdadero enemigo no son las situaciones o personas que nos resultan molestas o que consideramos no cumplieron nuestras expectativas, estas personas no son intrínsecamente negativas, prueba de ello que en algún otro momento o circunstancia nos pudieron haber parecido agradables o neutras.

 

La raíz de la molestia y la frustración por lo tanto del enojo es lo que nosotros pensamos al respecto, el enemigo no es el de afuera, es el pensamiento que genera esa emoción y el pensamiento esta dentro de nuestra mente, debería surgir de nosotros y deberíamos ser dueños de nuestros pensamientos pero si no cultivamos la paciencia ellos tomaran el control.

 

Así que la próxima vez que te acerques al enojo toma una respiración profunda y pregúntate: ¿mi reacción me permite comunicar mejor lo que quiero a esta persona?, ¿me acerca a ella?, ¿contribuye a cambiar la situación?, ¿mi video mostrara una persona ecuánime y paciente o a un energúmeno?, ¿voy a permitir que algo o alguien que no soy yo tome el control? Tal vez si lo practicas te sorprendas con los resultados.

 

 

Coach Ejecutivo, conferencista, escritor, empoderando individuos y organizaciones a transformarse obteniendo los resultados que quieren más rápido y mejor.

Guillermo Mendoza gmendoza@conegte.com

Houston (832)334-3583 México (55)8421-4647

Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

El tiempo mala inversión

Muchas veces hemos usado la analogía tiempo-dinero para expresar lo valioso que es el tiempo en nuestras vidas. Cuando nos dicen “el tiempo es dinero”, a mi me hace pensar que cada minuto está costando y entonces debería tener valor lo que hago con él, dejarme algo; es una manera de enfatizar que es muy valioso y que debería usarse sabiamente, productivamente.
Pero analicemos con más detalle esta comparación para entender el verdadero valor de estos recursos. Ambas cosas como dije son recursos, algo con lo que contamos para hacer algo, pero aquí encuentro la primera diferencia importante; el recurso dinero puede ser mucho, poco o nada dependiendo de nuestra particular situación económica, de si heredamos o no dinero, de cómo nos ha ido en la vida con nuestro trabajo, de si hemos ahorrado o invertido y cuanto hemos acumulado. Por otro lado el recurso tiempo es idéntico para todos, el más rico y el más pobre tienen las mismas 24 horas para usar cada día, y aunque algunos digan que necesitan días de 36 horas no hay ningún pronóstico de que la tierra vaya a girar más lento para darnos días más largos.

Ambos son recursos limitados porque los gastamos y se agotan, hay un límite a lo que podemos hacer con nuestro dinero de la misma manera que hay un límite de minutos con los que cuento cada día para realizar actividades.
El problema con el tiempo es que no sabemos cuál es ese límite; no tenemos como en el saldo de una cuenta bancaria la cantidad de minutos restantes en nuestra vida. Hoy en día algunas personas viven más años que antes, la expectativa promedio de vida ha aumentado, pero también hoy en día algunas personas siguen muriendo en cualquier momento, en momentos inesperados; víctimas de una enfermedad inesperada, de un accidente que puede ser tan simple como resbalarse y caer mal o tener un accidente automovilístico.

Sin embargo vivimos la vida como si contáramos con un estado de cuenta que nos da nuestro saldo de minutos y como si fueran muchísimos para hacer todo lo que queremos hacer. No tenemos un sentido de urgencia para lograr cosas, o para disculparnos con alguien, o para hacer las paces, o para perdonar, o para visitar a alguien que extrañamos y queremos, o para darle a la gente lo mejor de nosotros como si fueran nuestros últimos minutos.
Es un misterio porque solo la gente con enfermedades terminales se da cuenta de que el saldo no es ilimitado y a veces cambia su perspectiva de la vida; el resto nos creemos inmortales con un saldo de minutos inagotable, así que, ya habrá tiempo para hacer las cosas.

Cuidamos mucho más el recurso dinero del cual tengamos mucho o poco sabemos cuánto hay, que el recurso tiempo el cual puede agotarse en su totalidad de un momento a otro.

Por otra parte a diferencia del dinero, el tiempo es una pésima inversión, más bien diría no hay manera de invertirlo. El dinero puede ser ahorrado para luego utilizarlo en algo que nos interesa; pero nunca puedo decir: “voy a guardar estos minutos para usarlos más tarde, o voy a agregar estas horas a mi cuenta para tener tiempo suficiente después”.

El tiempo se tiene que usar cada segundo no puedo posponerlo, ahorrarlo, invertirlo o reasignarlo de ninguna manera, o lo usamos o alguien más lo usara por nosotros; o decidimos hacer algo útil con él, transformar nuestra vida y mejor aun la de alguien, o se nos escurre como agua de las manos sin ningún impacto, sin dejar nada.
Ojala entendiéramos lo desastroso que sería morirnos y dejar tantos pendientes sobre todo, el de hacer algo por los demás. Ojala entendiéramos que el tiempo es una mala inversión, tenemos que gastarlo cada minuto, no hay manera de guardarlo y cada que no decidimos como gastarlo alguien o algo viene y se lo lleva, el reloj no se detiene.

Creo que sería como persona mucho más cariñoso, productivo, compasivo, tolerante; si cada mañana recibiera mi estado de cuenta de la vida avisándome “quizás hoy llegues al final del día con vida, quizás tengas unas 16 o 18 horas, no importa que saldo tengas en tus otras cuentas, este saldo de tiempo tienes que usarlo HOY minuto a minuto no es válido para otra fecha” disfrútalo.
Ojala entienda este aviso y gaste mí tiempo dándole algo a los demás, porque esa es la mejor inversión y la mejor manera de disfrutarlo: dejar una sonrisa en los demás.

 

 

Octubre 2010 Guillermo Mendoza

Coach Ejecutivo, conferencista, escritor, empoderando individuos y organizaciones a transformarse obteniendo los resultados que quieren más rápido y mejor.

Guillermo Mendoza gmendoza@conegte.com

Houston (832)334-3583 México (55)8421-4647

Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

Escribe tus metas

Soy del tipo de persona que siempre me ha gustado estar escribiendo ideas, garabatos y usando papelitos aquí y allá para hacer listas de pendientes, sueños, proyectos; y me dio gusto darme cuenta al hacerme Coach y aprender algunos conceptos del tremendo poder que tiene nuestro lenguaje hablado, pero también del tremendo poder que tiene nuestra escritura.

Hay una extraña energía que surge y le agregamos a las ideas cuando las ponemos por escrito, las cristaliza, les da forma, las hace menos abstractas, podríamos decir que más reales y sobretodo les permite desarrollarse; ya nacieron ya están en blanco y negro y ahora pueden crecer y tomar colores y posibilidades.
Cuando trabajo dando Coaching o consultoría ayudo a las personas y empresas a reflexionar, a ganar  conciencia, a generar ideas; pero me sorprende lo poco que nos gusta escribir tanto a nivel personal como en nuestros trabajos en las empresas. No sé si es que en nuestras generaciones nos hacían escribir demasiada tarea o “planas”, o si ahora en las nuevas generaciones no forzamos a los niños y jóvenes a escribir. Pero bueno el resultado es el mismo: personas y empresas que no ponen por escrito lo que quieren lograr, lo cual desde mi punto de vista es un componente crítico para lograrlo, como le he llamado antes un “acelerador”.
Al no hacerlo no le estamos dando vida y crecimiento a las ideas, y sin darnos cuenta estamos limitando el logro de nuestros objetivos de manera significativa.
Así que aquí les dejo las 5 razones por las cuales es necesario escribir nuestras ideas y 5 maneras de hacerlo mejor:

  1. Nacen. Cobran vida y pueden empezar a desarrollarse, podemos de vez en vez revisar su crecimiento o avance, agregarles posibilidades, ideas complementarias o alternas y en una de esas generar LA idea que nos dará el éxito.
  2. Podemos compartirlas. El lenguaje escrito nos permite llegar a más personas, áreas departamentos y entre mas expandamos la “red social” de nuestra idea, gana más energía, recibe más retroalimentación y encuentra nuevos recursos.
  3. Nos mejora. Como en todo la práctica hace al maestro y entre más escribimos más fácil es redactar, más fácil es estructurar ideas y generar proyectos.
  4. Nos compromete. Cuando una meta es puesta en blanco y negro y comunicada tanto en las organizaciones como a nivel personal, nos compromete a lograrla, nos reta, ya no es un objetivo secreto y esto le da más fuerza a la ejecución de actividades para lograrla.
  5. Nos mide. ¿Cuántos objetivos de tu empresa o personales cumpliste o no el ultimo año?, mientras no escribas tus metas no puedes revisar que se logró y que no. Es increíble pero la mayoría de las organizaciones no exigen a su personal tener objetivos escritos para el periodo. ¿Cómo van a saber si van bien o no?

En este punto quizás te estoy convenciendo que vale la pena escribir tus metas y objetivos, pero persiste el “a mí no me gusta escribir”; así que ¿cómo podemos mejorarlo en nosotros, nuestros empleados, hijos  y en futuras generaciones?, estas son mis ideas:

  1. Lee. ¿Te doy una nueva definición de leer?; es estar constantemente viendo ejemplos de cómo redactar ideas.
  2. Habla escribiendo. Al principio solo escribe las cosas como si las estuvieras platicando a alguien y luego revisas y pules tu redacción hasta que logres escribir metas concretas, medibles y bien redactadas.
  3. Mejora tu letra. No, no te voy a poner a hacer caligrafía, la letra ya no importa ahora hay computadoras es más fácil borrar, revisar ortografía, y formatear tus ideas, ¡úsalas! También puedes hacer mapas mentales y hay herramientas para hacerlos por computadora, Leonardo da Vinci los usaba.
  4. Comparte. A ti te puede parecer que algo quedo precioso o pesimamente redactado pero si lo compartes con tus amigos, compañeros, jefes, seguro te ayudaran a mejorarlo.
  5. Siente el poder de la escritura. Si todo lo anterior falla, solo toma en este momento una hoja, escribe tu meta más importante para este año con letras grandes, levántala en tu mano a la altura de tus ojos y di en voz alta: “!ESTO ES LO QUE VOY A LOGRAR ESTE AÑO!”, ojalá sientas que tener esa meta en blanco y negro en ese papel te compromete y le da una fuerza mayor, estoy seguro que la puedes lograr.

 

Julio 2010 Guillermo Mendoza 

 

Coach Ejecutivo, conferencista, escritor, empoderando individuos y organizaciones a transformarse obteniendo los resultados que quieren más rápido y mejor.

Guillermo Mendoza gmendoza@conegte.com

Houston (832)334-3583 México (55)8421-4647

Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

How to Install Whatsapp Web for Mac OS X: What You Need to Know

Whatsapp Web is another web customer . Whatsapp clients the chance to get to their Whatsapp messages on PC or MAC . When it was propelled , it wasn’t accessible for iphone clients because of Apple stage impediments . This implied Android , Windows, Blackberry and even Nokia gadgets could get to the administrations .But now the organization has empowered Whatsapp Web for IOS gadget . Iphone clients would now be able to send and get or PC . Whatsapp takes a shot at Windows , MCOSX and linux , just backings chrome web program , it’s the speediest program .

What you can do with Whatsapp web administrations :

  • Utilize your console.
  • Download any media (photographs, recordings, sound) straightforwardly to your pc .
  • View contact information .
  • Offer photographs , utilize your webcam or record sound .
  • Get or quiet desktop cautions and sounds .
  • Begin another discussions with new or existing contacts .
  • Emoticon aren’t mapped so you’ll have to physically include them , accessible in the Web profile pictures or profile status .
  • Can’t piece clients specifically from Web interface .
  • Impractical to share area or contacts by means of web interface .

Whatsapp Web is the most attractive Web interface for Whatsapp and its totally free also . Whatsapp took off end-to-end . encryption for every one of its messages. Whatsapp Web is reliant on your telephone for every one of its messages .Whatsapp Web is subject to your telephone for all messages exchange and uses a similar end-to-end encryption innovation . The security is sufficient .It can likewise utilized in the event that you are having enormous document on MAC or Windows you can specifically send from that point.

The most effective method to set up Whatsapp Web on your MAC with IPHONE:

Well there’s no refresh accessible to empower Whatsapp Web . So ensure you have the most recent form of the application . Refresh your application , if not .

  • Open your IPHONE Whatsapp and go to its settings . There ought to be another menu underneath “Tell a companion ” named “Whatsapp Web ” – Tap it .
  • Presently on your MAC , utilize any program (Whatsapp suggests utilizing either google chrome, Opera , Mozilla firefox )and go to web.whatsapp.com to get to the customer .
  • There you will discover QR code .
  • With your IPHONE , adjust your QR code scanner with the QR code showed on the Whatsapp Web site .Once alligned , one message will fly up on your screen affirming the setup was finished .
  • That is all ! You would now be able to send and get Whatsapp messages and media (counting voice notes ) on your Mac .

The most effective method to set up Whatsapp web on your Windows with Android:

  • Ensure you have the most recent variant of the application . Refresh your application , if not .
  • In your android gadget , open Whatsapp and tap on 3 specks simply above contacts (tap right half of your screen ) .
  • It’s a Drop down menu . In that select Whatsapp Web .
  • Presently on your windows , utilize any program (whatsapp prescribes utilizing either google chrome , musical drama , Mozilla firefox ) and go to web.whatsapp.com to get to the customer
  • There you will discover a QR code . With your Android gadget , adjust your QR code scanner with the QR code showed on Whatsapp Web site .
Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter