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Lo Normal no es lo Normal

En los Estados Unidos tienen un día festivo establecido para la tercera semana de Noviembre, el día de Acción de Gracias conocido como Thanksgiving. Independientemente de todo el ambiente por un lado vacacional porque es un súper puente y por otro lado comercial porque el día siguiente conocido como Black Friday (Viernes Negro) se considera el día más importante del comercio en ese país por el volumen de ofertas y de ventas; me parece maravilloso que se tenga un día designado para el agradecimiento.

 

Sería muy útil que el punto más importante y central de esa festividad fuera el agradecimiento, porque reflexionando un poco en el agradecimiento encontré algunas cosas interesantes.
Desde niños nos enseñan a “dar las gracias”, a agradecer cuando recibimos algo o cuando alguien hace algo por nosotros, pero desafortunadamente creo que se vuelve un reflejo automático y tan común que empezamos a tratarlo con ligereza hasta el punto que perdemos el sentido de lo que significa agradecer.
Es muy fácil probar lo anterior si simplemente los invito a reflexionar de todas las veces que dicen “gracias” al día, ¿cuántas de estas es una respuesta automática?, y ¿cuántas de estas es un agradecimiento profundo, que sale desde el corazón?, un agradecimiento que genuinamente reconoce lo que tenemos y lo privilegiados que somos, o lo que alguien nos dio por simple que sea.

 

Pareciera que para decir gracias desde el corazón, requerimos de un evento muy especial, de haber recibido algo muy valioso o de que la persona que nos lo dio haya hecho un esfuerzo mayor para darlo. Como si las pequeñas cosas que recibimos todo el día de mucha gente solo merecieran un gracias automático o a veces ni eso; como si la vida, Dios, el destino o como quieras llamarle a lo que forma tus días no te da una situación extraordinaria cada momento.
Creo que enseñamos poco a los niños de la profundidad del agradecimiento como un concepto mucho más importante que el de ser “educados” y decir gracias. Si además de eso nuestro amor nos ha llevado a dar comodidad y satisfactores innecesarios, o si nuestros padres nos los dieron o si simplemente hemos tenido la suerte de vivir en un país desarrollado, el concepto del agradecimiento se pierde más.
Damos las cosas por seguras: es normal que tenga una casa, es normal que tenga mucha ropa, es normal que tenga carro, es normal que coma bien todos los días, es normal tener celular, perdemos el sentido de lo privilegiado que es tener todas estas cosas.

 

Normal es realmente un concepto subjetivo, que lo encasillamos en niveles económicos y clases sociales sin darnos cuenta dentro de un contexto mayor, que lo normal no tiene nada de normal.
La población mundial, el número de personas sobre el planeta tierra es ya cercano a 6.9 billones de personas, sabias que 2 billones de la población mundial, el 29% no tienen acceso a la electricidad, es decir casi 1 de cada 3 personas tiene que resolver sus necesidades de luz, calor, etc.de otra manera. Eso te pone en el 71% de privilegiados con acceso a electricidad, una de las cosas que no agradecemos porque damos por segura.
¿Sabías que una tercera parte de la población en las grandes ciudades, o sea 1 de cada 3 personas vive en los vecindarios de extrema pobreza?, y estas son 1 billón de personas, es decir mil millones de personas viven en extrema pobreza en las grandes ciudades.

 

¿Sabías que 1 de cada 8 personas en el planeta no tienen suficiente comida para cubrir sus necesidades nutricionales básicas?, 1 de 8 no suena grave pero son 852 millones de personas!!!
¿Sabías que casi la mitad de la población mundial, más de 3 billones de personas viven con menos de $1,000 pesos al mes?
Estas cifras son alarmantes, deprimentes, horribles, pero mi propósito no es deprimirte, es solo demostrar como todo lo que damos por seguro, garantizado o normal son cualidades y características de nuestra vida que son extraordinarias para una gran cantidad de la población mundial.

 

Que tener una casa en la cual vivir, poder comer adecuadamente, tener un carro para transportarnos, ropa que ponernos no son cosas normales son grandes cosas que hay que agradecer y que nuestra insaciable sed de satisfactores, lujos y más y más cosas, resulta hasta penosa cuando consideramos las realidades de millones de seres humanos.
Cuando pregunte a mi familia en donde festejamos el Thanksgiving que significaba para ellos, uno me dijo que era un tiempo para agradecer aun si tienes menos que otra gente y hacer lo mas que puedes con eso. Esto me hace nuevamente darme cuenta de ese mal hábito que tenemos de ver lo que nos falta en lugar de lo que tenemos de más.
También me dijeron que era un tiempo para estar con la familia, compartir, para reflexionar el ser agradecido por lo que tenemos que normalmente no hacemos por estar atrapados en nuestro día a día; un día de agradecer por todo lo que tienes, agradecer que no estás solo aunque a veces creas que lo estas.
El poder del agradecimiento es increíble, el reconocer tus extraordinarios privilegios permite que la vida te de más de ellos y logres gran abundancia; y gran abundancia es el mejor camino para compartir y buscar un mejor mundo para los demás, agradece lo que tienes!!
Noviembre 2010 Guillermo Mendoza 

Coach Ejecutivo, conferencista, escritor, empoderando individuos y organizaciones a transformarse obteniendo los resultados que quieren más rápido y mejor.

Guillermo Mendoza gmendoza@conegte.com

Houston (832)334-3583 México (55)8421-4647

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